Sandman de Neil Gaiman – 30 años de esperanza
La expresión “sueños y esperanzas” es una que todos hemos escuchado o dicho alguna vez. Es una frase que representa los anhelos más profundos en los momentos más oscuros de nuestras vidas. Y hay pocas obras que representan mejor esta idea que la serie de cómics de Sandman, guionizada por el escritor británico Neil Gaiman e ilustrada por una gran variedad de artistas desde 1988 hasta 1996.
La historia de Sandman gira alrededor del ser conocido como Sueño o también llamado Morfeo, un poderoso ente que representa una de las siete fuerzas o aspectos primordiales del universo, en este caso, los sueños. Sus otros hermanos y hermanas se corresponden con el Destino, el Delirio, el Deseo, la Desesperación, la Destrucción y la Muerte.
La reinvención de Sandman
Neil Gaiman tuvo la idea de reinventar el personaje original creado en 1939 por Jack Kirby y Michael Fleisher. Ésta práctica por parte de DC de darles una nueva imagen a personajes semi olvidados se había popularizado en los últimos años debido al gran éxito de obras como “La cosa del pantano” de Alan Moore y “La patrulla condenada” de Grant Morrison.
Gaiman tenía grandes planes para Morfeo. Quiso ir más allá de la referencia del personaje folclórico que hace dormir con su arena, y expandir así el significado que tiene la palabra “sueño.” Tal como dice en esta entrevista:
“Sandman fue fundamentalmente diseñado alrededor de un juego de palabras. […] Fue diseñado alrededor de la idea de que la palabra “sueño” tiene más de un significado. Hay sueños cuando cerramos nuestros ojos por la noche y nos volvemos locos, y hay sueños en términos de esperanzas y aspiraciones. Y sueños como las historias que nos contamos a nosotros mismos para darle sentido al mundo. El hecho de que podía saltar de un significado a otro con la palabra “sueño” creo que fue el motor que impulsó a Sandman.
Primeras impresiones
Para ser sincero, la primera vez que leí Sandman no me enteré de nada. Me pareció una historia curiosa pero cuyo significado se me escapaba completamente. Igual que en un sueño, desperté de esa primera lectura sin comprender lo que acababa de leer y sin saber por qué a tanta gente le parecía una obra maestra. Fue unos años después cuando al releerla por segunda vez, empecé a ver su complejidad y descubrí que detrás de todas esas historias oníricas y oscuras, lo que permanece al final es la esperanza, uno de los significados que poseen los sueños. Y es en el capítulo 4 “Una esperanza en el infierno” donde se ve por primera vez con claridad el mensaje de Gaiman.
Una Esperanza en el Infierno
Morfeo, después de 70 largos años aprisionado por una sociedad secreta de magos, ha conseguido escapar y está en búsqueda de sus tres objetos de poder: el yelmo, el saco de arena y el rubí. Este viaje le lleva a adentrarse en el infierno para conseguir el yelmo que está en posesión del demonio Choronzon. Para recuperarlo, el demonio le reta a un duelo, donde por turnos tienen que nombrar criaturas que puedan destruir al del contrincante. La secuencia va escalando de más pequeño a más grande, de más inofensivo a más mortífero. (Secuencia visual de la batalla: Un lobo, un cazador, una mosca, una araña, una serpiente, un buey, el virus del anthrax). En un momento dado Morfeo cambia de estrategia, sabe cómo puede ganar al demonio. Escoge ser un planeta. Choronzon a una super nova, Morfeo entonces elige ser el universo y Choronzon contraataca con ser la anti-vida, el final de toda creación. ¿Qué puede derrotar a lo que acaba con todo? El demonio cree que ha ganado.
“Soy la esperanza” dice Morfeo.
El demonio se queda mudo. ¿Qué puede vencer a la esperanza, a la última luz que impulsa en las más terribles situaciones? Choronzon acepta su derrota y Morfeo sale vencedor, pero los demás demonios no quieren dejarle escapar tan fácilmente.
Lucifer le dice a Morfeo que no tiene ningún poder ni autoridad en el infierno para poder luchar. Un comentario muy acorde a la imagen del infierno que tenemos de “La divina comedia”, en la que Dante describe lo que está escrito en las puertas del inframundo: “Abandonar toda esperanza, quienes aquí entráis”
Pero Morfeo tiene otra respuesta, una acorde a su naturaleza como príncipe de las historias:
“¿Dices que los sueños no tienen ningún poder aquí? Cuéntame, Lucifer estrella del alba, preguntaros, todos los que estáis aquí. ¿Qué poder tendría el infierno si los que están aprisionados aquí no pudieran soñar con el cielo?”
30 Años más tarde, Sigue habiendo Esperanza
Sandman está lleno de estos momentos de esperanza; de personajes perdidos y desesperados que encuentran su camino de vuelta a casa; de heroes y heroinas que salen victoriosos ante los más terribles males. (mostrar imágenes de Rose Walker, Barbie, Delirio etc) Sandman al fin y al cabo no es solo la historia de Morfeo, sino de todos sus personajes y de la extraordinaria capacidad humana de seguir imaginando una vida mejor para obtener fuerzas que nos permitan seguir adelante.
Y por si Neil Gaiman no nos lo había dejado claro con la serie principal de 75 capítulos, para celebrar los 25 años después de su primera publicación, en 2013 escribió una nueva historia junto al ilustrador J.H. Williams II: Sandman Obertura, que narra lo que sucede antes del largo encarcelamiento de Morfeo.
SANDMAN OBERTURA
Una estrella está poseída por la locura porque Morfeo no fue capaz de cumplir su responsabilidad de matarla cuando era necesario. El universo está colapsando y millones de vidas mueren con cada segundo. En este viaje de redención, el rey de los sueños se ve acompañado de un gato que es una versión de sí mismo y de una niña llena de fortaleza llamada Esperanza, capaz de ver a través de las mentiras de Morfeo y de cogerle la mano para no dejarle solo (imágenes cómic)
Esperanza es asesinada por las estrellas, siendo sus últimas palabras un desafío hacia la muerte: “Yo soy Esperanza.” Ella es pulverizada, pero vuelve en forma espectral junto a otros miles de supervivientes de los mundos que colapsan sin cesar. Alguien ofrece esperanza a los desesperados, ofrece una salida.
Morfeo sabe cuál es la manera de salvar el universo poseído por la locura y la muerte, pero para ello necesita la ayuda de Esperanza. El rey de los sueños le ruega que convenza a todos los supervivientes de que sueñen juntos con un universo sin una estrella corrompida, les pide que sueñen entre todos con un universo mejor, pues solo los sueños pueden redefinir la realidad.
El paralelismo es innegable. El capítulo 4 de Sandman tiene el mismo mensaje y raíz que el 6º capítulo de Obertura tras más de 25 años entre ambos. El cielo sólo puede existir si aquellos que sufren en el infierno pueden soñar. En el momento más oscuro donde la vida desaparece, los sueños nos dan esperanza, y la esperanza nos da sueños.
El resto es historia. Esperanza acepta su misión con una condición: que Morfeo se acuerde de su nombre. El rey de los sueños lo promete, y es la serie principal de Sandman lo que nos demuestra que cumplió su promesa. La niña convence a los supervivientes a soñar y Morfeo restaura la realidad del universo, salvándolo de su gran destrucción.
MR. SANDMAN, BRING ME A DREAM
En estos años nos ha tocado vivir una época turbulenta donde parece que el fin del mundo está acechandonos constantemente. Ahora más que nunca pienso en Sandman y en su importante mensaje de esperanza. Un mensaje del que incluso el mismo Neil Gaiman se vio beneficiado.
En una entrevista a su esposa, la cantante y compositora Amanda Palmer, habla sobre el best seller “Por qué dormimos” de “Maatthew Walker.” Comenta que los sueños nos ayudan neurológicamente a curar todo aquello que nos hace daño, dando descanso a una mente llena de dolor. Amanda Palmer comparte con nosotros que Neil Gaiman tuvo una infancia muy difícil con mucho sufrimiento que procesar y que por ello era incapaz de conciliar el sueño por todas aquellas malas experiencias que le acechaban.
Entonces empezó a escribir Sandman, a escribir sobre los sueños cuando él no podía tener los suyos propios. Y esta frase es impactante, porque nos demuestra de nuevo las capas de significado de la palabra “sueño” y de la gran obra que es Sandman. Al fin y al cabo las historias son sueños que tenemos con los ojos abiertos. Si no podemos recuperarnos de nuestros miedos durmiendo, entonces encontraremos esperanza en las historias que leemos y escribimos.
Neil Gaiman encontró esa esperanza mientras escribía Sandman, no pudiendo recuperarse de sus miedos durmiendo, encontró un bálsamo en sus historias para luego transmitirlo a nosotros incluso después de 30 años. Ahora más que nunca, necesitamos de los sueños y de las historias para recuperarnos.
Sigamos soñando. Sigamos escribiendo.
“Después de todo, la esperanza es intrínseca en Sandman”
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