Encuentra tu voz y la de tus personajes
«La voz del escritor» es un concepto muy tratado en la comunidad literaria y uno de los grandes temas que todo autor busca encontrar. Se trata del estilo propio y personal que tenemos a la hora de contar nuestras historias, fruto de la confluencia de la personalidad, las vivencias personales y las influencias narrativas. Cuando leemos una obra de Neil Gaiman, aunque sus personajes y tramas son diferentes sabemos perfectamente que es una historia suya. Lo mismo sucede con Stephen King, Haruki Murakami o Carlos Ruiz Zafón. Aunque es difícil de definir sabemos perfectamente que esas son sus voces. dicho de una manera más sencilla:
Una misma historia es contada de manera distinta por cada autor. Eso es la voz del escritor.
Pero «la voz» a la hora de escribir también se refiere a cómo plasmamos nuestra obra a través de sus personajes. Cada historia tiene distintos protagonistas y temas y por ello necesitan de voces únicas que desarrollen la novela. Contar todas las historias de la misma manera es un error, y por ello hay que elegir aquella que haga relucir al máximo la historia.
En este artículo quiero compartir contigo algunas pautas y consejos que te ayudarán a encontrar tu propia voz y la de tus personajes. Dividiré el artículo primero en «la voz del escritor» y luego en «la voz de los personajes.»
1. La voz del escritor
1.1. La voz escondida
De manera consciente o inconsciente empezamos imitando a los autores que nos inspiran. Como seres humanos este acto reflejo es inevitable, nos copiamos de otros para intentar parecernos a ellos. Este es el primer paso a la hora de definir la voz y un punto de referencia por el que empezar para ir encontrando nuestra voz escondida entre todos aquellos escritores a los que admiramos.
Además, este es un gran indicativo para ver qué tipo de voz te gustaría tener como escritor. Analiza cuáles son los escritores a los que te gustaría parecerte y saca características: si usan un lenguaje más enrevesado o sencillo, si tienen un tono mas humorístico o serio, si los ritmos son lentos o rápidos etc. Al final debemos escribir de la manera en que nos gusta leer. Ese es el truco donde la magia puede dar comienzo.
Por ello no tengas miedo de imitar a tus escritores favoritos. Hazlo para fijarte en cómo consiguen escribir de manera tan efectiva y emotiva, aprende de su técnica para luego crear y pulir la tuya propia.
No obstante, dejo un consejo práctico personal: no leas autores que te gustan mientras estás escribiendo algo tuyo. Sin darte cuenta mezclarás estilos y sus voces acabarán tapando la tuya. Si vas a leer (siempre recomendable) al menos deja una buena cantidad de tiempo entre medias para evitar la influencia de tus maestros.
Empieza imitando para luego poder alejarte de tus escritores favoritos y obtener tu propia voz.
1.2. El estilo, el tono y el ritmo como voz del escritor
Las características literarias más importantes en la voz de un escritor son el estilo, el tono y el ritmo. La combinación de estos es lo que crea una narrativa singular que responde a una misma pregunta: ¿Cómo decidimos contar nuestra historia?
- El estilo es el tipo de lenguaje que utilizamos para contar la historia: poético, coloquial, barroco, con muchos o pocos adjetivos, directo, enrevesado, etc.
- El tono es el sentimiento o la actitud que utilizamos: trágico, esperanzador, picaresco, dramático, humorístico, irónico, existencialista etc.
- El ritmo es la puntuación y estructuración que utilizamos: frases cortas y concisas, párrafos largos sin pausas en una sola corriente de pensamiento, uso indiscriminado de comas, etc.
Como he mencionado anteriormente la mejor manera inicial para encontrar nuestra voz es analizando a los escritores que nos gustan y fijarnos en su estilo, tono y ritmo. Y la segunda manera es analizar con qué nos sentimos cómodos a la hora de escribir. Sería absurdo intentar escribir en un lenguaje poético, picaresco y con párrafos largos si luego a la hora de escribir nos sentimos incómodos.
Escucha tu voz cuando escribes, siente cómo reacciona tu cuerpo ante ella. El estilo, el tono y el ritmo se irá definiendo con más claridad cuanto más escribes. No hay camino fácil, debes escribir constantemente para hallar tu voz.
1.3. Tu voz de escritor ya es única
El otro componente que debe tener tu voz como escritor es tu personalidad y perspectiva. Y la personalidad de cada uno ya es única de por sí, pues nuestro componente genético y las vivencias personales que hemos experimentado son irrepetibles. Ésto es lo que hace por defecto que tu voz de escritor sea ya especial.
La pregunta importante es la siguiente: «¿Cómo hacemos para que nuestra personalidad se transmita en nuestras historias?»
Sé sincero con lo que escribes, muestra tu mundo interior. No tengas miedo de plasmar los temas que te importan en el papel. Deja que las palabras fluyan para que tu persona se haga visible entre tus historias. Y a esto no me refiero sólo a meter pequeños trozos de tu vida personal enmascarados como ficción. Me refiero también a que cualquier personaje e historia que pase por tu imaginación se vea filtrado por tu personalidad y vivencias para que el resultado se sienta vivo y personal.
Escribir nos desnuda ante el mundo, y eso aterra. Pero toda voz que realiza este acto de coraje y sinceridad es una voz digna de ser escuchada.
2. La voz de tus personajes
Como hemos dicho «la voz del escritor» no es lo mismo que la voz de tus personajes. Hay una relación estrecha entre ambas, pero no es exactamente lo mismo a la hora de escribir. Dejemos claros ambos conceptos:
- La voz del escritor es cómo se cuenta de manera general la historia.
- La voz del personaje es cómo se cuenta la historia de manera específica.
La voz del escritor siempre va a influenciar a la del personaje de una manera u otra, eso es inevitable y necesario para tener una voz única. Pero un buen escritor sabrá adaptar su voz acorde al personaje y la historia en que lo va a enmarcar. Es más, la voz del escritor tiene que ser «invisible» una vez se manifiesta en un personaje. Por supuesto se verá el estilo, el ritmo, el tono y la personalidad del autor, pero nunca hasta tal punto de tapar al personaje.
2.1. Sigue la voz más interesante
Hay ideas que comienzan con una voz muy clara que nos habla directamente. Este es el escenario ideal para tener ya una voz con la que comenzar nuestra historia, pero en muchos casos las ideas vienen más por escenas, objetos, conceptos o situaciones y todavía no tenemos una voz a la que agarrarnos.
En estos casos debemos hacer una búsqueda exhaustiva para encontrar dicha voz. Y la mejor manera de encontrarla es seguir el rastro del personaje con la motivación y conflicto más fuertes. Es decir, el personaje que sea más interesante para la historia y por ende para nosotros y el lector.
Una situación muy común para los escritores tanto experimentados como noveles es que al principio están escribiendo una novela centrándose en quien pensaban que era el protagonista, pero a medida que escribían otro personaje cobraba más importancia o directamente era mucho más interesante de escribir. Esto suele ser un indicativo de que esa es la voz a la que debes seguir. La voz del protagonista tiene que ser siempre la más importante. Si no lo es, ¿para qué sirve que sea el protagonista principal?
Sigue la voz más interesante. Rara vez te equivocarás si lo haces.
2.2. El punto de vista para encontrar y realzar la voz del personaje
El siguiente paso para encontrar la voz de tus personajes es escogiendo el punto de vista adecuado para la historia:
- Primera persona: la historia es contada como si fuésemos el mismo personaje (yo). Estamos dentro de su cabeza y vemos en todo momento con sus ojos lo que está ocurriendo.
- Segunda persona: la historia es contada como estuviéramos hablando a otra persona (tu). Es la más complicada y difícil de llevar a cabo, obteniendo normalmente resultados que alienan y cansan al lector. Hay ejemplos de buenas historias contadas en esta persona, pero se aconseja no emplearla a menos que haya una buena ejecución.
- Tercera persona-limitada: la historia es contada como si fuésemos un espectador lejano que sigue de cerca a un persona para narrar los hechos a medida que se desarrolla la historia (el/ella).
- Tercera persona omnisciente: la historia es también contada como si fuésemos un espectador lejano pero el narrador conoce los pensamientos, sentimientos y acciones de todos los personajes.
Elegir el punto de vista de tu historia tiene que ser una decisión premeditada y que se sienta correcta. Usa el punto de vista que mejor haga relucir tu historia. Para ello hazte entonces la siguiente pregunta: ¿Cuál es el punto de vista que mejor reflejará el tipo de historia que quieres contar? Y si quieres ver cómo cambia drasticamente una historia según el punto de vista coge uno de tus cuentos favoritos y reescríbelo en cada una de las distintas perspectivas. Enseguida te darás cuenta que cada una da una sensación muy diferente.
Quizás quieres que tu historia se siente claustrofóbica y aterradora, entonces la primera persona puede ser la adecuada. O quizás quieres que se siente distante y melancólica, pudiendo funcionar mejor la tercera persona limitada. Experimenta con distintos puntos de vista y analiza qué funciona para realzar la narrativa de la historia. no es sólo suficiente que tengas al personaje, debes explotar la voz para que brille con la máxima intensidad. La perspectiva es una herramienta, úsala bien.
2.3. Escribe como alguien que cuenta una historia
Uno de los mejores consejos sobre escritura que he leído viene del puño y letra del autor Chuck Palahniuk (El club de la lucha, Choke, Condenada, etc.). Y dice así:
No cuentes la historia como si fueses un escritor. Escribe como alguien que cuenta una historia.
Cuando escribimos es muy fácil perdernos entre las palabras que queremos utilizar para describir de la manera más «poética.» Pero lo verdaderamente importante es la historia y la voz que nos la trae, y ahí está la gran diferencia entre ambos acercamientos. Toda historia contada acarrea una voz, y esa voz es la que va a darle el estilo, el ritmo y el tono que la hará única. Las historias no deberían ser contadas como si las estuviera escribiendo un escritor, deberían ser contadas con la pasión y los defectos de alguien que la está contando y que la está viviendo.
Por ello, la mejor manera de encontrar la voz de tu protagonista es conociendo a fondo quién es. ¿Cuáles son las experiencias que han definido su vida? ¿Cómo ve el mundo? ¿Qué es lo que quiere? ¿Por qué lo quiere? Una vez conozcas quién es tu protagonista la voz vendrá a ti con mucha más facilidad.
Se podría pensar que esto es solamente para puntos de vista en primera persona. Pero otro consejo de Palahniuk es que incluso con la tercera persona debe haber una voz opinada sobre el personaje por parte del narrador. Es una voz teñida por la vida del protagonista, algo que lo hará mucho más especial e interesante de leer.
No escribas sobre un personaje, escribe dentro de un personaje.
Espero que os haya servido este artículo para encontrar vuestra voz como escritor y la de los personajes de vuestras historias. Cuanto más escribáis más fácil será encontrar ambas. Tardaréis un tiempo, pero valdrá la pena.
Para terminar te recomiendo encarecidamente el libro «Consider this» de Chuck Palahniuk. Uno de los mejores libros sobre escritura que he leído y que os va a ayudar a encontrar tu voz y la de tus personajes.
Mucha suerte, nos vemos en el siguiente artículo. Hasta entonces, pase lo que pase, sigue escribiendo.
0 comentarios