Cómo elegir las mejores ideas para escribir un libro
5 Consejos para filtrar los temas de los que vale la pena escribir
Las ideas para escribir un libro se presentan como visiones. Pueden ser un recuerdo de tu infancia; un objeto misterioso que has encontrado en un sueño; una escena que no paras de repetir en tu cabeza o la frase de un personaje que desea salir a la superficie. Nuestras ideas son visiones y sueños del pasado, presente o futuro de una novela, no hay límite en la variedad en cómo se manifiestan.
Pero lo difícil no es tener una idea. Todo el mundo tiene constantemente ideas para escribir un libro, pero pocos son los que las llevan a cabo y tienen éxito. El verdadero reto del escritor no está en obtener estas visiones sino en elegir la mejor idea que pueda desarrollarse en una historia que llegue a emocionar al lector.
El buen escritor sabe ir más allá de la idea y hace el esfuerzo de analizarla para tomar la decisión de si es suficiente para una novela, una historia corta o un fragmento de otra historia por venir. Y eso es lo que vamos a hacer aquí, una teoría aplicable tanto a ficción (novela, cuento, poesía etc.) y no ficción (ensayo, biografía, periodismo etc.).
En este artículo quiero compartir contigo cinco pautas básicas que me ayudan a elegir las mejores ideas y desarrollarlas para que se acaben convirtiendo en novelas.
- Las ideas para escribir un libro deben crecer
- ¿Eres capaz de contar la idea o tema de tu novela?
- Tus novelas son algo más que ideas
- La prueba de la historia corta
- Escribe sobre lo que te apasiona
1. Las ideas para escribir un libro deben crecer
Muchas veces nos llega una de estas ideas ardientes y llenos de una profunda inspiración nos lanzamos a escribirla. Y aunque este es un ejercicio creativo necesario, la gran mayoría de las veces suele llevarnos a un callejón sin salida. La idea no ha tenido tiempo de arraigar en nosotros y por ello no sabemos cómo desarrollarla.
Dale tiempo a tu idea. Escríbela en un cuaderno para no olvidarte de ella y dale espacio para que crezca. Si la idea es fuerte, con el paso de las semanas y los meses tu mente seguirá volviendo a ella, nutriéndola y permitiendo que se expanda más allá de tu visión original.
Con el paso del tiempo te darás cuenta de que las otras ideas que pensabas que también tenían potencial se han apartado a un lado y sólo ha quedado la más fuerte. Esa es una buena señal de que la historia está ya lista para dar el siguiente paso.
Sé paciente. Las historias, como todo, necesitan su tiempo.
2. ¿Eres capaz de contar la idea o tema de tu libro?
Una de las mejores maneras de comprobar la solidez de tu idea es contar la premisa de tu novela a otra persona y ver si despiertas su interés por leerla. Si lo que recibimos son miradas perdidas o cejas arqueadas podemos estar seguros que no sabemos todavía de que va nuestro libro o que directamente nuestra idea no está madura.
Si no eres capaz de explicar tu idea de manera interesante y comprensible será imposible conseguirlo cuando escribas tu libro. Es así de sencillo.
Escribe primero tu idea en forma de sinopsis pensando en que vas a compartirla con los demás. Cuando plasmamos nuestras ideas en papel y luego las decimos en voz alta es donde mejor nos damos cuenta de lo que funciona y lo que no. Cuanto más definida se vuelve tu idea más fácil es luego volcarla en una novela. Te darás cuenta de que cuanto mejor entiendes tu idea más fácil te va a ser imaginar cómo va a continuar.
3. Tus libros son algo más que ideas
Tus ideas para escribir un libro son algo más que escenas independientes. Tu idea tiene que ser una cadena de acciones que llevan a más acciones, saltando de capítulo en capítulo y expandiendo cien veces la que había sido la visión original.
Es un error muy común de un escritor el quedarse atascado sin saber qué es lo que pasa antes, después o durante su idea original. Esto es indicativo de que la idea es más un evento episódico sin contexto en vez de una historia. Y esto no es suficiente para escribir una novela.
«¿Y si…?» o «¿Qué sucede después?» son dos de las mejores preguntas que se puede hacer un escritor para desarrollar su historia. Pon a prueba tu idea, pregúntale constantemente para ver hasta dónde eres capaz de llegar. Si la idea y los personajes son fuertes (Próximamente un artículo sobre ello) te sorprenderá ver lo lejos que puedes llegar.
Recuerda, una novela no es una sola idea: es una multitud. No te quedes en una, expándela con muchas más ideas que la enriquezcan.
4. Tus ideas para escribir un libro pueden ser también para historias cortas
Una manera muy efectiva de comprobar el rango de extensión de tus ideas para escribir libros es plasmándolas primero como si fuesen historias cortas.
Muchas veces sucede que esa idea que tanto tiempo llevaba molestándonos se queda satisfecha con sólo escribir esas tres, seis o diez páginas y ya no es necesario escribir una novela entera. Eso por supuesto no significa que la idea no fuera buena, pues hay historias cortas maravillosas con ideas muy fuertes. Lo que significa entonces es que esa idea era una historia corta y no una novela.
Pero si después de escribir esa historia corta sientes la imperiosa necesidad de seguir escribiendo más y más, deseando ansiosamente averiguar qué ha sucedido antes, puedes tener la gran seguridad de que lo que tienes entre manos es una novela.
Para escribir una historia corta sigue el gran consejo del escritor Roger Zelazny: «Escribe tu historia como si fuese el último capítulo de una novela.» Este consejo en apariencia sencillo hará que vuele tu imaginación. Irónicamente, retarnos con ciertos límites creativos nos vuelve más ingeniosos.
5. Escribe sobre lo que te apasiona y te conmueve
Este es el consejo más directo y en apariencia el más obvio pero no por ello el menos importante.
Escribe sobre aquello que te apasiona y te conmueve. Escribe sobre ese tema que solamente de pensarlo sientas tu cuerpo arder en ganas de compartirlo con el mundo y al mismo tiempo te sientas vulnerable y frágil.
Escribir agota muchísimo, y si no eres capaz de encontrar una fuente de fuerza que te ayude a seguir adelante te va a costar mucho acabar lo que has empezado. Aquí es donde debe entrar la pasión que te empujará para que transmitas el amor que sientes hacia dicho tema. Tu idea no sólo será buena si no que además se verá apoyada por algo en lo que tienes un genuino interés y dominio.
Por otro lado exponer aquello que te conmueve también te hace sentir vulnerable y desnudo al mundo. Pero eso es lo que hace brillar tus historias. No tengas miedo de exponer aquello que te conmueve, pues sólo así podrás conmover al lector.
Personalmente sé que he tenido una buena idea para escribir un libro cuando siento esa pasión y conmoción al mismo tiempo. Dos fuerzas opuestas pero complementarias que sé que me tirarán por el camino correcto. Confía en estas dos emociones, ellas te guiarán.
Espero que estas pautas y consejos te ayuden a elegir las mejores ideas para escribir tus libros. Nos vemos en el siguiente artículo. Hasta entonces, pase lo que pase, sigue escribiendo.
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