Cómo empezar un libro (ejemplos)
Escribe el comienzo de tu novela
La tarea de empezar un libro puede llegar a ser muy aterradora. Quizás ya tienes tu idea preparada, tus personajes pensados y tu estructura planeada, pero a la hora de enfrentarte a la página en blanco te quedas paralizado. Esto es algo normal y le ocurre a todos los escritores, tanto a los primerizos como los experimentados. Al fin y al cabo, esas páginas iniciales son la primera toma de contacto con el lector. No se debe subestimar su importancia.
En este artículo quiero compartir contigo cinco consejos que te guiarán para empezar tu libro de la mejor manera posible. Además, durante todo este proceso te iré mostrando diferentes ejemplos que complementen la información.
- La primera frase es una invitación
- El primer capítulo es una promesa
- Presenta a tu protagonista de la manera más interesante y memorable
- La historia corta: un ejercicio para aprender a cómo empezar un libro
- Lo más importante de todo a la hora de empezar un libro: Que sea interesante
1. La primera frase es una INVITACIÓN: primeros ejemplos
Me apasionan las primeras frases de una historia. Estoy obsesionado con cada aspecto de ellas: sus palabras escogidas, sus voces, sus maneras de llamarme la atención, su manera de invitarme a escuchar su historia. Y es que al final una primera frase es una invitación, una llamada al lector para captar su atención. Por eso una buena primera frase debe ser capaz de motivarnos a seguir leyendo.
Una primera frase debe mostrar algún dato de interés en relación a la historia: personaje, atmósfera, pregunta o tema. Es una manera de exponer directamente alguno de estos cuatro importantes elementos. Veamos cada una acompañadas con algunos ejemplos.
Personaje:
Nos presenta al protagonista principal o la voz que nos cuenta la historia.
- «Llamadme Ishmael» (Moby Dick)
- «Una gorra de cazador verde apretaba la cima de una cabeza que era como un globo carnoso» (La conjura de los necios)
Atmósfera:
Nos presenta una imagen evocadora que expone el tono de la historia.
- “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo.» (Cien años de soledad) –
- «Tanta luz esa mañana y el cielo limpio, con apenas alguna mancha blanca en el azul cálido, más parecida a un rastro de humo que a una nube» (Nuestra parte de Noche)
- «Aquella era la destrucción del fuego, las cenizas, la sangre y el silencio» (El abandono)
Pregunta:
Nos presenta una escena que nos hace desear saber lo que ha pasado para llegar a esa situación, término o historia.
- «El calor vino con el diablo. Era el verano de 1984, y a aunque el diablo fue invitado, el calor no» (The summer that melted everything)
- «En un agujero en el suelo, vivía un Hobbit» (El Hobbit)
Tema:
Nos presenta el tema central que aparecerá de manera continua durante toda la obra.
- «Todo esto pasó, más o menos» (Matadero cinco)
- «Al despertar Gregorio Samsa una mañana, tras un sueño intranquilo, se encontró en su cama convertido en un monstruoso insecto» (La metamorfosis)
Una buena primera frase debe al menos mostrar uno de estos cuatro aspectos. Idealmente todos ellos y si es posible más de uno, pues como veis hay varios ejemplos que entrarían en varias categorías. Una primera frase nunca debe llegar a ser neutra. Hay que saber aprovechar esas primeras palabras al máximo. Es vuestra invitación, no la malgastéis.
Aún así recuerda que es también importante que esa primera frase conecte bien con la siguiente. Una sola buena frase no hace nada de por si. debes seguir hilando la invitación frase tras frase.
Podría explicar más en detalle, pero el video de Diana Callahan sobre este tema está impecablemente explicado y es en el que me he basado para esta sección. No os lo perdáis porque es fantástico.
2. El primer capítulo es una PROMESA
Si la primera frase es una invitación entonces el primer capítulo es una promesa que hacemos con el lector. Y esa promesa se puede resumir en la siguiente pregunta: ¿Qué tipo de historia vamos a contar?
Las primeras páginas tienen que dejar bastante claro el tipo de historia con el que se va a encontrar el lector. Y es que no hay nada más decepcionante que leer un buen capítulo que apunta a un cierto género, temática o tono, y luego se desarrolla en una dirección opuesta.
Imaginaos que tanto el título de la obra como su primer capítulo apunta a un romance, pero luego cuando sigues leyendo en realidad se trata de un libro de terror gore. ¿No te sentirías engañado? Esto es lo mismo. Y por supuesto que se pueden dar sorpresas y giros inesperados a medida que se lee, pero al menos ese primer capítulo tiene que dejar claro el tono principal de la historia.
El primer capítulo es un microcosmos de lo que va ser el macrocosmos de la novela. Intenta por ello (sin llegar a sobrecargar) mostrar con la mayor claridad los siguientes factores: el tema principal, el género y el tono de la historia. Pongamos algunos ejemplos:
- En «Los juegos del hambre» el primer capítulo ya presenta la atmósfera opresiva de un mundo post apocalíptico. La protagonista Katniss Evergreen nos cuenta directamente sobre el terrible programa de TV y los doce distritos. La promesa es el conflicto y que ella acabe dentro.
- En «El archivo de las tormentas» el primer capítulo (preludio en este caso) nos da una imagen general del mundo de Roshar: las bestias rocosas gigantes, las tormentas, las hojas esquirladas, los caballeros radiantes, el juramento etc.). La promesa es un mundo de proporciones épicas con toda clase de misterios por descubrir.
- En «Nuestro silencio» el primer capítulo presenta una escena de hospital, donde un marido dice sus últimas palabras a su esposa enferma y luego no es capaz de decir su nombre de nuevo o incluso de llorar. La promesa es una historia emotiva donde el protagonista pueda superar el fallecimiento de un ser querido.
Como escritor es tu trabajo «engañar» al lector con lo que estás contando. Pero no le mientas en ese primer capítulo. Dale con sinceridad una muestra de lo que se va a encontrar (el también llamado «foreshadowing» o «presagio», como una profecía oculta de lo que va a ocurrir en el futuro).
3. Presenta a tu protagonista de la manera más interesante y memorable
Uno de los errores clásicos a la hora de empezar un libro es presentar a nuestros protagonistas de maneras aburridas o mundanas. Algunos clichés clásicos son: el protagonista despierta de un sueño, se describe a si mismo al verse en un espejo y se toma un desayuno o realiza una tarea mundana. Además de ser recursos manidos hasta más no poder se convierte en una presentación aburrida y sin interés.
Haz el siguiente ejercicio: teniendo en cuenta la historia principal, ¿Cuál sería la manera más efectiva, memorable y con significado de presentar al protagonista?
Si tu historia trata sobre una guerra intergaláctica, presenta al protagonista en mitad de una batalla espacial (lo que llaman In Media Res, o «en mitad de la acción»). O si tu historia es un romance fallido, presenta a tu protagonista en un flashforward ya con su futura pareja. Y si tu historia es un thriller detectivesco, presenta a tu protagonista ya delante del cadáver el cual tiene que investigar sin perder más tiempo.
Tus lectores quieren tener ya muy claro desde el principio QUIÉN es el protagonista de la historia que van a leer. No te hagas el remolón y complicado y preséntale cuanto antes. Esto es más fácil si estás utilizando la voz en primera persona. En el caso de las otras voces como la tercera intenta apuntar directamente quién será el protagonista. Pongamos algunos ejemplos:
- En «American Gods» la primera frase de la novela dice «Sombra llevaba tres años en la cárcel.» Sombra es el protagonista, nos hace preguntarnos desde el principio por qué estaba en la cárcel y encima hace un presagio con el tema del ahorcamiento. Neil Gaiman se marca un triple en este primer capítulo.
- En «Dune«, Paul Atreides, el protagonista entra en escena de una manera única: enfrentándose a la terrible prueba del Gom Jabbar. El misticismo y dolor palpable de la escena mezclada con el mítico párrafo de «La letanía del miedo» convierten a este primer capítulo introductorio en algo inolvidable.
- En «Amor de monstruo» conocemos de inmediato a la familia de circo: los Binewski, presentando a cado uno de sus únicos miembros para luego acercarnos la voz que nos contará todas sus imposibles vivencias. Una primera actuación magistral.
Pero presentar a un protagonista no es sólo enseñar cómo es o a qué se dedica: debes mostrar también el conflicto y la motivación del protagonista. El lector también quiere saber desde el principio del libro qué es lo que quiere el protagonista y qué es lo que se lo impide. Intenta plasmarlo también en este primer capítulo, tus lectores te lo agradecerán.
Si el propio mundo que presentas tiene un protagonismo significativo (el llamado «worldbuilding» o «construcción de mundos), entonces aplica el mismo principio: muéstralo de la manera más interesante posible, gradual y sin sobreexponer. La acción tiene más peso que la descripción.
4. La historia corta: un ejercicio para aprender a cómo empezar un libro
Sé que soy un pesado con el tema de las historias cortas, pero es que sus aplicaciones prácticas son prácticamente ilimitadas. Y es que pensar en el primer capítulo como una historia corta te puede ayudar mucho a la hora de empezar tu libro.
La historia corta tiene un punto que me parece esencial tanto para un primer capítulo como cualquiera que lo sigue, y es la economía de las palabras: piensa en tus palabras como un recurso limitado. Tienes entonces que utilizar cada letra para que sea lo más efectiva posible a la hora de contar y transmitir tu historia.
La economía de las palabras también se conecta con la «economía de la atención», el cual hace que seamos conscientes del limitado tiempo y concentración del lector. si el tiempo del lector es oro, entonces no hagas perder su tiempo con tus palabras: que el primer capítulo ya valga la pena leerlo de manera independiente.
Otro truco relacionado: si a ti te aburre escribir el primer capítulo y sólo puedes pensar en «no puedo esperar a llegar a la parte interesante», entonces algo tiene que cambiar. Escritor aburrido = lector aburrido. Por eso una buena historia corta tiene mucho poder, porque cuenta y muestra todo lo que quiere hacer sin dar vueltas y innecesarias.
Que tu primer capítulo sea una historia corta y haga desear al lector leer más y más.
5. Lo más importante de todo a la hora de empezar un libro: que sea interesante
Quizás después de leer los cuatro puntos anteriores os sintáis agobiados y presionados por tener que cumplir tantas expectativas, promesas e invitaciones. Pero aquí viene mi consejo final, el cual suelo aprovechar para matizar y autocontradecirme un poco: lo más importante de todo es que el comienzo de tu historia sea interesante.
Al final da igual que hayas tenido una primera frase perfecta, presentado a tu protagonista de una manera impactante, mostrado con claridad el tema y tono de la historia y encima lo hayas escrito todo como una historia corta si luego no es interesante leerla. Todas estas técnicas son de teoría narrativa básica, pero lo cierto es que contar historias no es una ciencia exacta.
Sólo hay una regla básica en la escritura y es la siguiente: una historia tiene que ser interesante.
Ya lo dice el propio Neil Gaiman en su masterclass:
«‘¿Y que pasó luego?’ Esas palabras, creo, son las palabras más importantes que existen para un escritor. Todo lo que puedas hacer para que las personas sigan pasando las páginas es legítimo.»
Hay libros que en «teoría» no deberían funcionar y sin embargo nos enganchan y no nos dejan escapar. «Los juegos del hambre» empiezan con el cliché del protagonista despertando. «El nombre del viento» tarda miles de palabras hasta entrar en el conflicto principal. «Harry Potter y la piedra filosofal» tiene una primera frase que en mi opinión no encaja del todo con lo que es la obra.
Pero si la historia es interesante y te hace desear continuar, ¿Qué mas da si es «correcta teóricamente» o no? Mientras el lector no se sienta engañado al final del libro, entonces habrás escrito algo de valor.
Espero que este artículo os haya servido para aprender a cómo empezar vuestro libro. Nos vemos en el siguiente artículo. Hasta entonces, pase lo que pase, sigue escribiendo.
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